Cosas que nunca te dije

Cosas que nunca te dije

Lo que me gusta contener el vuelo amenazante de mi falda.

Y respirar desde las entrañas con los párpados cerrados.

Y salir del trabajo y mirar al horizonte tras los arcos de la Puerta de Alcalá.

Y beber café con leche en vaso y marcar mi bigote en una cafetería de marquesas.

Y pegar un buen susto al camarero amagando un "sinpa" de más de 20 euros.

Y apretarte los mofletes para soplarte la nariz, intentando asesinarte.

Y subirme a una noria, fotografiarte a contrapicado y gritarte sin contemplaciones.

Y pasear por calles estrechas jalonadas de grafitis.

Y el mismo paseo con el resonar de mis propios tacones.

Y meter el dedo en la salsa, a escondidas y luego en mi boca sin remordimientos.

Y sorber un espagueti de más de un metro, con mucho tomate salpicón, vestida de blanco.

Y escuchar a Bob Marley al trote, con los ojos tabicados y sin fumar.

Y escuchar a Django Reinhardt, volverme peonza zíngara y guitarra.

Y escuchar a Bach y preguntarme si ya he llegado a otro planeta.

Y dejarme caer sobre la cama al llegar a casa lanzando mis zapatos al vuelo.

Y oír el ring del teléfono y dejarlo que suene para embriagarme con su son cubano sin cogerlo.

Y sentirme poderosa al perdonarte con gesto magnánimo.

Y sentirme fatal por no hacerte sufrir lo suficiente y que sepas que estás vivo.

Y llevar toda la vida amenazando con irme a otro lugar sin conseguirlo.

Y lo que me gusta contemplarte desde la lejanía de 50 centímetros.

Y lo que consigo desde la cercanía de otros 50.

Cosas que sí te dije

Te amo con muchos secretos.

*** Ambas imágenes corresponden a René Magritte. El primero retrato de Anne-Marie Crowet de 1956 y estos pies, Redmodel III de 1953.